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10 novembre 2008 1 10 /11 /novembre /2008 21:42

Decir ‘ganó el negro’ es, obviamente, una frase con dejos racistas, ya que en vez de hablar de la persona sólo se refiere a su raza. Como podrán ver el título está entre comillas, es una cita, parafraseada, ya que yo sólo oí comentarios que se pueden resumir así, como ‘ganó el negro’, en vez de ‘ganó el mejor’ o ‘el más capaz’. Lo interesante del asunto es que, una vez más, es celebración en vez de condena, ¿acaso no se da cuenta la gente que, celebración o condena, si se valora la raza por encima de cualquier otro aspecto, es racista? La verda’, no, no se dan cuenta. Quería señalar eso antes de abordar el tema, el nuevo presidente de los USA.

 

Mejor escenario

            El futuro no existe, existirá, no está ahí, esperando que nosotros lleguemos a él, somos nosotros los que haremos ese futuro. Es por esto que los economistas, y todos los que manejan estadística, siempre hacen proyecciones con tres escenarios, ya que escenarios posibles son muchísimos más, estos son: el mejor escenario, el peor escenario y el escenario promedio (probable). A ojo, sin números, le daré un vistazo a los tres, respecto a esta horrorosa noticia que es el nuevo presidente de los USA.

Obama representa lo peor de la política estadounidense, es un populista, en el peor sentido de la palabra, un abogadillo comepleitos, etcétera. Cualquier plan que él tenga es malo, por no decir pésimo. Con una mayoría demócrata en el congreso es posible que muchos de sus peores planes cuenten con el apoyo de la Nancy Pelosi, otro monstruo de la izquierda horrorosa yankee. Sin embargo, aquí tenemos dos escenarios. En primer lugar hay que hacer notar que la extrema izquierda, si bien es líder dentro de los demócratas en este momento, no es la totalidad del partido. Aquí nos podemos plantear la primera situación, que los demócratas no extremistas, en conjunción con los republicanos, detengan los planes más costosos en la cámara baja. La segunda posibilidad es el senado, donde los demócratas también tendrán mayoría, pero no la necesaria para pasar todas las leyes que se les antoje. El senado podría bloquear iniciativas absurdas e incosteables por parte del ejecutivo de Obama, sin ayuda de ningún demócrata.

El escenario más optimista es la posibilidad real de que la presidencia de Obama no pueda hacer nada radical, ni muy dañino, ya que no controla el congreso con mayorías cómodas de izquierdistas radicales, y tampoco tiene los 2/3 del senado, así, tendrá que negociar muchísimo, lo que implica que sus locuras; aunque puedan ser muy descabelladas, tendrán que irse peinando para tener una posibilidad de ser aprobadas. Los más optimistas, creen que éste será el escenario más probable, no sólo por la realidad del Congreso, lleno de políticos que deben cuidar sus propios pellejos, sino por la situación actual del gobierno estadounidense, involucrado en dos guerras (Afganistán e Irak) y con una deuda de casi cinco trillones de dólares, que, dicen, aumentará a ritmo de un trillón (en su sentido anglosajón, un millón de miles de millones) anualmente, tal como están las cosas… si la economía mejora, claro, también crece la recaudación de impuestos. Esto no da mucho margen de maniobra a nadie que ingrese en la Casa Blanca. Es por eso que McCain era, de lejos, la mejor opción, éste es momento de cortar, de reducir, de incentivar el comercio, etcétera, el estado no puede hacer nada.

Al hecho debemos añadir que Obama, aunque tenga las ideas más imbéciles metidas en su cabeza, probablemente se dé él mismo cuenta de que sus planes son absurdos e insostenibles, un gran número de sus asesores podrán hacerle proyecciones de cómo es imposible costear proyectos grandilocuentes como ‘salud para todos’. Y, entonces, Obama, que, a pesar de sus ideas, tampoco parece un magno cretino y no es tan abismalmente ignorante como otros presidentes del vecindario, puede optar por la opción racional de sólo buscar aquello que podría ser sostenible.

Éste es el mejor escenario, Obama no hace locuras, ya que éstas no podrían ser aprobadas por el legislativo, donde los senadores pueden bloquear sus estupideces. Y el propio Obama, entendiendo sus limitaciones, tampoco busca hacer locuras. Esto significaría que toda la izquierda radical quedaría rápidamente decepcionada de él, por lo que no tendría el apoyo que tuvo en esta elección, los radicales quedarían fuera, y los demócratas perderían las elecciones.

 

Escenario Probable (promedio)

            Digamos que Obama insiste con sus burradas y obtiene lo que quiere negociando con la mayoría demócrata del congreso, además de algún ‘tocino’ de regalo para conseguir el apoyo de los republicanos (en los EUA se utiliza el término ‘pork’ para designar los extras, añadidos a una ley cualquiera, incluidos para ganarse el favor de tal o cual posición política). Digamos que, con eso, logra pasar varias de sus peores ideas. ¿Qué sucedería? Bueno, la reacción del mercado sería bastante rápida, subida de impuestos, retraso del crecimiento, menos trabajo, etcétera. Entonces, la respuesta del público sería igual de rápida, las ideas de Obama no funcionan, sus iniciativas tampoco, y en dos años tendríamos una victoria republicana del congreso. Esto ya sucedió con la administración Clinton, y los republicanos controlaron los gastos de su presidencia, el mérito de cualquier éxito económico, obvio, es republicano. Lo interesante del asunto es que, con dominio de ambos, presidencia y congreso, los republicanos de Bush no tuvieron piedad con sus propios gastos. Tal vez en verdad sirve tener al otro observando lo que tú haces, y no ser juez y parte.

            En otras palabras, este escenario de Obama es que el menso haría bastantes chanchadas, por las cuales pagaría muy duro llegada las elecciones del congreso, dentro de dos años. Y ése sería el fin de los problemas con el sonso éste.

 

Peor escenario

            Es el principio del fin, el preámbulo de la 1ª guerra global.

            Obama no dijo nada durante toda su campaña que no sean ambiguas promesas de cambio y mejora, eso es demagogia. En varias ocasiones atacó a las empresas, como si estas sólo fueran angurrientas bocas, de manera general, y defendió el estado, como si éste no fuese una burocracia inútil. Obama es lo más socialista que puede ser un presidente estadounidense, y esas ideas han destruido trabajos y riqueza donde quiera que hayan sido plantadas. Ejemplos actuales: Venezuela, el estatismo ha generado muchísimos problemas económicos, sólo paliados por el precio del petróleo, Bolivia, el pan ya está a 50 centavos y los inversionistas petroleros han abandonado al país, trayendo escasez de diesel, gasolina, y pozos trabajando. Vean en cualquier dirección y encontrarán lo mismo; aunque con muchos matices.

            A mí no me interesa Obama por lo que pueda causar en los EE.UU., me interesa porque lo que cause ahí tendrá consecuencias en mi país, Bolivia. Digamos que Obama se atrinchera en sus estupideces y las promueve lo más que pueda, atacando a los grandes negocios, y haciendo todo lo posible para destruirlos con impuestos, ¿qué consecuencias tendrían sus palabras en el resto del mundo?, ¿sus acciones? Si los Estados Unidos, en vez de callarles la boca a los líderes brutos de la región, se convierten en aliado de esos regímenes, ¿qué sucedería? ¿Qué sucedería si los problemas causados por sus estupideces, él los utiliza para promover incluso más sus ideas absurdas; aunque sean infructuosas legislativamente—o sea, que no las apruebe el congreso, y él diga ‘es que son unos vendidos al capital’?

            Ni idea qué sucedería. Es un escenario muy poco probable. Las ideas de ‘gobierno pequeño’, ‘bajos impuestos’, ya han dado demasiado resultado en todo el mundo. Eso lo sabe hasta Obama, ha sido un demagogo sólo para llegar a la Casa Blanca y habría perdido de no ser porque el estúpido e ignorante público estadounidense ha culpado a los republicanos de la más reciente debacle de su economía. McCain tenía una ventaja más que suficiente hasta la caída de la Bolsa, tras esa semana de septiembre los números cambiaron a favor de Obama, que no ganó por mucho en el voto popular.

            Sin embargo, la administración Clinton, Carter, los más recientes demócratas en ser elegidos presidentes, fueron un absoluto desastre en lo que a política exterior se refiere. Tal vez ése es el mayor problema, el verdadero peligro, pero esos son demasiados escenarios como para especular sobre ellos de manera ordenada. Lastimosamente tendremos la oportunidad de abordarlos a medida que se presentan.

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