Por Rodrigo Antezana Patton
Era un juego de nada menos que 1989, desarrollado por Jordan Mechner, yo probablemente lo jugué en 1990 o 1991, cuando estuvo disponible en MS-DOS, el sistema operativo de esos años, antes de que llegara Windows. Jeje, es como hablar de dinosaurios. Sencillo, muy bien llevado, y con unos movimientos nunca antes vistos, ‘Príncipe de Persia’ era una narrativa que capturaba al jugador. Después de jugarlo tenías ganas de más. La segunda parte llegó en 1993, nunca logré pasar el final. Con una franquicia como ésta, yo pensé que tendríamos una dosis de ‘Príncipe’ cada par de años. Estaba equivocado, adelantado a mi tiempo. El próximo ‘Príncipe’ llegaría en 1999, no recuerdo haberlo visto, parece que con esta versión tampoco les fue muy bien a los creadores. Así que hubo que esperar hasta el año 2003, con el lanzamiento de ‘P. de P. – Las arenas del tiempo’, para obtener un juego que se merecía toda nuestra atención. ‘Arenas’ era una belleza, como juego y visión estética, diversión total de principio a fin. Desde entonces, Ubisoft presionó el acelerador, salieron la segunda y tercera partes, hasta el año 2008, cuando introdujo un nuevo ‘concepto’, muy atractivo visualmente; pero mucho menos atrayente como juego. Ya por esos años, comenzaron a hablar de hacer una película.
A diferencia de lo que muchos creen, los juegos y Hollywood son amiguitos desde hace mucho tiempo, incluso de Pac Man, no pudieron hacer un filme, así que lo dejaron en dibujos animados para la televisión (no es invento). El éxito de “Mortal Kombat” (1995), “Tomb Raider” (2001) y, sobretodo, la franquicia de “Resident Evil” (2002, 2004, 2007), han permitido que este subgénero, sin mencionar la calidad de las producciones, vaya ganando importancia. Hay muy buenas ideas e historias en el mundo de los juegos electrónicos, espero que éstas sean aprovechadas de alguna manera para enriquecer al cine, después de todo, es mejor ver cómo adaptan un juego a la pantalla que, una vez más, otra nueva versión de un filme clásico. Sin embargo, hay que reconocerlo, es la historia la que manda y siempre lo será. Las ya cuatro versiones de “Los robacuerpos” (Bodysnatchers) son todas bastante aceptables, además de distintas, y, en cambio, películas como “Super Mario Bros.” o “Street Fighter” provocan vergüenza ajena. Bueno, ya verán los artesanos qué hacen con el oro encontrado, lo que sí, el mundo de los juegos es una veta muy rica.
La notoriedad de las adaptaciones de juegos electrónicos ha permitido que estas producciones crezcan, “Príncipe de Persia” es una superproducción, no sólo por las estrellas incluidas, Jake Gyllenhaal, Ben Kingsley, Molina y Arterton, también por los efectos y los escenarios. Pero buenos actores no hacen, necesariamente, buenos personajes, ni los efectos son garantía de un apropiado flujo narrativo. “Príncipe” es una película con buena pinta, rápida, distrae, hay algún chiste que hace reír, siquiera un pedazo de sabiduría proveniente del Jerife Am-ar, mas no es un conjunto relevante, es demasiado fácil, de cabo a rabo. ¿A qué me refiero? Haré uso de una escena para ilustrar el problema general del filme, los persas están atacando la sagrada ciudad de Alamut, viendo el peligro, la princesa Tamina confía a uno de sus guardias la sagrada daga del tiempo, le conmina a tener cuidado, a guardarla con su vida, y ¿qué hace este fiel y hábil soldado?, ¿busca una salida secreta?, ¿mezclarse con la multitud?, ¿buscar un recoveco? No, pa’ q’, si puede cabalgar directo hacia el ejército persa. Si Dastan, el príncipe de Persia, no lo hubiese agarrado, habría sido capturado por algún recluta. Toda la película, tiene este aire de ‘accidente’. Es banal diversión, con buen reparto. Prefiero “Robin Hood”.
Si de alguna película se han hecho muchas versiones, ésta es una de ellas. La leyenda de Robin Hood, el buen bandido del bosque de Sherwood, se remonta a las baladas. De lo cantado en el siglo XIV quedan algunas frases, cuándo comenzó a contarse esta historia, nadie lo sabe en realidad. Por el registro escrito sabemos que la historia principal fue cambiando mucho, por ejemplo, la dama Marion, al principio, no existía; aunque siempre mantuvo su esencia: un hombre que buscó hacer justicia, en medio de una corrupción del estado, representado por el Rey Juan y el alguacil de Nottingham. “Robin Hood” de Ridley Scott, con la participación de Russell Crowe y Cate Blanchett, busca ser algo nuevo, manteniéndose fiel al original. No es una formula fácil de seguir. Algo sorprendido, debo decir que Scott & compañía tuvieron bastante éxito. El buen arquero, la bondadosa persona, los amigos vistosos, están ahí. Como novedad, obtenemos algo de contexto y noción histórica, la lucha por la Magna Carta, el costo de lejanas guerras, los fríos castillos, el campesinado medieval, etcétera. (Ojo, contexto y noción, no ‘reconstrucción histórica’, este filme no es, ni busca ser, histórico) Lady Marion, en manos de Blanchett, es una dama carismática, Max von Sydow no puede hacer un mal trabajo, y Crowe merece más crédito del que se le otorga, si bien no brilla, cierto, es una actuación sólida.
El guión es ágil, algo megalómano en sus implicaciones, con invasión francesa incluida; pero sirve, son piezas que encajan, un muerto aquí, un mensaje pa’ allá, malvaditos por doquier, suerte que ahí está Robin, Robin Longstride. Jeje. Es una historia de héroes, una aventura medieval de la que nacen leyendas, es sólo el principio. Sabemos de qué estamos hablando, dentro del género, “Robin Hood” quedará como una producción que vale la pena ver, ¿por qué no hacerlo ahora?
Por razones de espacio, este artículo no pudo ser publicado en su totalidad, así, aprovecho este espacio para mostrarlo. Quería resaltar el hecho de que, como sucede en esta misma entrada, "Príncipe" tal vez sea más llamativa; pero "Robin Hood" de Crowe es la mejor película.